Valle del Tietar
El Valle del Tiétar se encuentra al sur de la Comunidad de Castilla-León, al sur de la provincia de Ávila y al sur, también, de la Cordillera Central, en la parte correspondiente a la sierra de Gredos.
Lo conforman 31 municipios:
- Navahondilla
- Casillas
- Santa María del Tiétar
- Sotillo de la Adrada
- Higueras de las Dueñas
- La Adrada
- Fresnedilla
- Almendral de la Cañada
- La Iglesuela
- Piedralaves
- Casavieja
- Mijares
- Gavilanes
- Pedro Bernardo
- La Higuera
- Lanzahita
- Hontanares
- La Parra
- Ramacastañas
- San Esteban del Valle
- Cuevas del Valle
- Mombeltran
- Villarejo del Valle
- Santa Cruz del Valle
- Arenas de San Pedro
- El Arenal
- El Hornillo
- Guisando
- Poyales del Hoyo
- Candeleda
- El Raso
Este rasgo de su situación, el carácter meridional, es, junto con una altitud media poco elevada, una de las notas claves de la comarca. Estos dos aspectos geográficos le distinguen, tanto del resto de la provincia, como de la Comunidad a la que pertenece, ya que le proporcionan un clima templado, abundancia de corrientes de agua, vegetación frondosa y una variada gama de paisajes que van desde las suaves ondulaciones que se alzan en las proximidades del río a los afilados riscos de las cimas más altas del sistema Central.
Los límites de la comarca son, por el norte, las cresterías de la cordillera mencionada; por el este, es una de las estribaciones de la cordillera la que sirve para delimitar las tierras de Madrid y Ávila; aquí nace un Tiétar, indeciso y serpenteante, que buscará en suave descenso, el que tiene toda la comarca, su camino hacia el Atlántico; el río sirve, por el sur, de límite provincial; y, por el oeste, es la garganta de Alardos la escogida para separar las tierras de Ávila de las de Cáceres. Como el nombre de la comarca indica, el río Tiétar es un constituyente esencial de la misma; a él van un elevado número de ríos, gargantas y riachuelos que bajan, por la margen derecha, desde las escarpadas cimas de la sierra de Gredos y cruzan toda la franja de terreno que constituye la comarca de norte a sur.
En general, el valle está formado por una amplia penillanura en las proximidades del río por cuyo curso se evacuaron las aguas que cubrían, en la era posterior a las glaciaciones, una parte de las que cubrían la península hacia el Atlántico.
De la acción de la naturaleza en esos momentos lejanos han llegado hasta nosotros, junto a montículos erosionados, esa maravilla que forman las estalactitas y estalagmitas de las Cuevas del Águila, en el término Municipal de Arenas de San Pedro.
Tras esa zona llana próxima al río, el terreno se eleva progresivamente desde el pie de monte hasta conseguir cotas con cimas que llegan a más de 2.000 metros de altura en diversos puntos de la sierra.
Los pueblos se hallan situados en las primeras alturas de las estribaciones y, en algunos casos, en los diversos vallejuelos que forman los pliegues de la cordillera Central. Para aprovechar, inicialmente, pastos de altura, hay asentamientos entre los setecientos y los mil metros.
Lo inhóspito de la parte alta de la sierra, con escasa vegetación por predominar las zonas rocosas, y, además, lo abrupto del terreno explica la ausencia de poblaciones a partir de la altura indicada.
Por el carácter longitudinal del valle del río y por la irregularidad de los pliegues, los asentamientos humanos se han agrupado en varios polos, de forma que, en la Edad Media, se establecieron cuatro señoríos; en la actualidad, la mayor parte de los pueblos del antiguo Estado de La Adrada, situados en la cabecera de la cuenca del río, forman la mancomunidad del Alto Tiétar, mientras que es, a los anclados en la zona centro y occidental, a los que se denomina como Bajo Tiétar.
( Textos extraidos de www.guiatietar.com )